Ya que te veo con poco tiempo para dedicarte a salir un poco de tu rutina y de casa, ¿qué tal si te invito a viajar desde tu sillón?
Sé que no parece muy atractivo, aparte de poco creíble. No voy a decirte que no tienes razón si empiezas a decirme que como viajar de verdad, que se quite todo lo demás... pero antes de que pierdas tu interés por esta lectura y se despierte tu escepticismo, déjame al menos intentarlo:
Se puede viajar cerrando los ojos. Mirando sin ver. Atravesar los fríos y preciosos bosques escandinavos y cruzar después, ¿por qué no?, las millones de galaxias que nos rodean en unos pocos minutos o segundos... viajar incluso a través del tiempo, asomarte desde el torreón de un castillo o catedral medieval y ser testigo de todo tipo de momentos que forman ya parte de un lejano pasado.
A estas alturas estarás quizá ya un poco impaciente para saber de qué trata todo esto. Sólo necesitas relajarte, despejar tu mente y dejar que te envuelva una de las maravillas que tenemos y que nos diferencia del resto de los seres vivos (ya que últimamente el uso de la razón queda en entredicho). Me refiero, sin más preámbulos, a la música.
La música es, más que un producto y herramienta comercial, es un medio de expresar y de sentir todo tipo de emociones, de compartir ideas, de pensamientos... la música es la voz viva del pasado; instrumentos y obras que te permiten ser testigo en primera persona de eventos y situaciones que sucedieron hace siglos. Es además una herramienta de expresión para miles de artistas además de una herramienta usada en innumerables obras de cine, de teatro, de poemas y poesías, de vídeo juegos e incluso de trasfondo en la mayoría de las pasarelas y desfiles de moda, que ayudan a transmitir y a trascender, introduciéndote una idea o ayudándote a introducirte de lleno en cualquier tipo de atmósfera.
La atmósfera es el concepto clave al cual quería llegar.
Éste experimento no tiene porqué realizarse desde casa. Gracias al ingenio humano (en este ámbito uno quizá se arrepiente de lo anteriormente dicho) podemos permitirnos el lujo de llevarnos la música a donde queramos y... ¿sabes lo que es tumbarte en el césped, sentarte viendo una puesta de sol u observar las estrellas escuchando música de fondo? En esos mágicos momentos es cuando te das realmente cuenta la trascendencia que tiene la música, pero, ojo, tienes que saber elegir música:
Como bien sabrás, existe una amplia gama de estilos, géneros y subgéneros musicales (al igual que literarios) y como tales, todos son diferentes entre sí. Existen canciones para cada momento y estado de ánimo, y ver las estrellas escuchando "reggaeton" es factible pero, créeme, para nada aconsejable si realmente quieres que todo esto salga bien... En cambio, puedes optar por introducirte en el mundo de la música instrumental o ambiental, música con carencia de voces o música en la que la voz queda en un papel plenamente secundario.
No te quiero imponer nada, todo tiene que ser a gusto del consumidor, y siempre escuchar algo que realmente trascienda en ti y que, lo más importante, te guste. Por otra parte, lo que sí puedo ser, si tú me lo permites, es ser tu "guía" en toda esta travesía en la que estas apunto de embarcarte. Quiero ayudarte a que la música forme parte de ti y que aprendas a quererla, al igual que uno acaba enamorándose del cine, de la pintura o de la literatura.
Y es que hay más música más allá de la que ponen en la radio, en los anuncios de la televisión y en las discotecas. Música comúnmente calificada "underground" que más allá de su traducción literal "por debajo de la tierra o suelo" viene a ser algo así como: música que está por debajo de todas las demás (que no por ello significa que sea algo despectivo, sino más bien música que no es popular o que difiere en cuanto a su estilo y que no llega a tantos oídos como lo pueden hacer las que se emiten, por ejemplo, reiteradamente en la radio).
Hay un concepto que debes tener muy claro: La música de la que hablo no te buscará nunca a ti: tú tendrás que buscarla. Cuando uno se sumerge en el mundo de la música, cruzando la barrera de la "música por imposición" se da cuenta realmente lo amplio y fascinante que es este mundo.
Para no extenderme más e ir acabando, quiero ayudarte a viajar dejándote unos vehículos como ejemplos de lo que me refiero y despedirme, por el momento, recordándote lo maravilloso que es ponerle una banda sonora a tu vida ya que, a fin de cuentas, la vida es una larga canción.
A estas alturas estarás quizá ya un poco impaciente para saber de qué trata todo esto. Sólo necesitas relajarte, despejar tu mente y dejar que te envuelva una de las maravillas que tenemos y que nos diferencia del resto de los seres vivos (ya que últimamente el uso de la razón queda en entredicho). Me refiero, sin más preámbulos, a la música.
La música es, más que un producto y herramienta comercial, es un medio de expresar y de sentir todo tipo de emociones, de compartir ideas, de pensamientos... la música es la voz viva del pasado; instrumentos y obras que te permiten ser testigo en primera persona de eventos y situaciones que sucedieron hace siglos. Es además una herramienta de expresión para miles de artistas además de una herramienta usada en innumerables obras de cine, de teatro, de poemas y poesías, de vídeo juegos e incluso de trasfondo en la mayoría de las pasarelas y desfiles de moda, que ayudan a transmitir y a trascender, introduciéndote una idea o ayudándote a introducirte de lleno en cualquier tipo de atmósfera.
La atmósfera es el concepto clave al cual quería llegar.
Éste experimento no tiene porqué realizarse desde casa. Gracias al ingenio humano (en este ámbito uno quizá se arrepiente de lo anteriormente dicho) podemos permitirnos el lujo de llevarnos la música a donde queramos y... ¿sabes lo que es tumbarte en el césped, sentarte viendo una puesta de sol u observar las estrellas escuchando música de fondo? En esos mágicos momentos es cuando te das realmente cuenta la trascendencia que tiene la música, pero, ojo, tienes que saber elegir música:
Como bien sabrás, existe una amplia gama de estilos, géneros y subgéneros musicales (al igual que literarios) y como tales, todos son diferentes entre sí. Existen canciones para cada momento y estado de ánimo, y ver las estrellas escuchando "reggaeton" es factible pero, créeme, para nada aconsejable si realmente quieres que todo esto salga bien... En cambio, puedes optar por introducirte en el mundo de la música instrumental o ambiental, música con carencia de voces o música en la que la voz queda en un papel plenamente secundario.
No te quiero imponer nada, todo tiene que ser a gusto del consumidor, y siempre escuchar algo que realmente trascienda en ti y que, lo más importante, te guste. Por otra parte, lo que sí puedo ser, si tú me lo permites, es ser tu "guía" en toda esta travesía en la que estas apunto de embarcarte. Quiero ayudarte a que la música forme parte de ti y que aprendas a quererla, al igual que uno acaba enamorándose del cine, de la pintura o de la literatura.
Y es que hay más música más allá de la que ponen en la radio, en los anuncios de la televisión y en las discotecas. Música comúnmente calificada "underground" que más allá de su traducción literal "por debajo de la tierra o suelo" viene a ser algo así como: música que está por debajo de todas las demás (que no por ello significa que sea algo despectivo, sino más bien música que no es popular o que difiere en cuanto a su estilo y que no llega a tantos oídos como lo pueden hacer las que se emiten, por ejemplo, reiteradamente en la radio).
Hay un concepto que debes tener muy claro: La música de la que hablo no te buscará nunca a ti: tú tendrás que buscarla. Cuando uno se sumerge en el mundo de la música, cruzando la barrera de la "música por imposición" se da cuenta realmente lo amplio y fascinante que es este mundo.
Para no extenderme más e ir acabando, quiero ayudarte a viajar dejándote unos vehículos como ejemplos de lo que me refiero y despedirme, por el momento, recordándote lo maravilloso que es ponerle una banda sonora a tu vida ya que, a fin de cuentas, la vida es una larga canción.